La prestación de un servicio de salud de calidad es el resultado de la suma de múltiples factores: personal médico altamente capacitado; dotación de equipos médicos de alta tecnología para el diagnóstico y tratamiento del paciente y una infraestructura física y organizacional capaz de brindar comodidad y apoyo en el proceso de atención del paciente.
Sin duda estos factores, entre muchos otros, constituyen criterios de competitividad en el mercado de prestación de los servicios de salud, y representan un reto para la dirección de los centros de salud y la creación de planes estratégicos de operatividad y crecimiento de cada institución.
En el caso particular de los equipos médicos, el avance vertiginoso de la tecnología conlleva a la necesidad de crear planes de reposición de tecnología médica, sobre todo en las instituciones que asumen la gestión tecnológica como estrategia corporativa. Sin embargo, más allá de la evaluación técnica de los equipos médicos a incorporar al sistema, la adecuación de la infraestructura eléctrica es fundamental para la implementación exitosa de cualquier plan de reposición de equipos médicos.
¿Qué tener en cuenta entonces, en lo que a instalaciones eléctricas hospitalarias se refiere, para la implementación satisfactoria de un plan de reposición de tecnología médica?
A continuación, presentamos las 4 consideraciones eléctricas fundamentales en un plan de reposición de equipos médicos:
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Considere si el reemplazo del equipo médico es como consecuencia de la modificación de un proceso asistencial:
En el caso de que la instalación del nuevo equipo médico sea porque se incrementa o disminuye la complejidad de los procedimientos médicos, es importante conocer de manos del director científico o médico especialista, cuáles son las condiciones clínicas del nuevo procedimiento y su criticidad eléctrica, para determinar los requisitos necesarios de respaldo energético.
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Verifique los requisitos técnicos del nuevo equipo médico:
Más allá de los requisitos descritos en la ficha técnica del equipo, considere también sus condiciones de uso y el riesgo al que se expone el paciente y el personal médico con su manipulación. De esta forma podrá diseñar y construir las instalaciones eléctricas ideales para garantizar la seguridad eléctrica del paciente y la institución.
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Revise las condiciones de las instalaciones eléctricas hospitalarias existentes:
No se detenga en la verificación de capacidad de potencia instalada para la instalación del nuevo equipo médico, aproveche el escenario para validar al menos las condiciones eléctricas básicas de calidad de energía y sistema de puesta a tierra, siendo estos los pilares en los que se cumple la vida útil de los equipos.
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Incorpore sus observaciones al plan de reposición de equipos médicos:
Para la ejecución exitosa de estos planes, y el cumplimiento del cometido de la dirección de la institución, haga prudentemente las observaciones en materia de infraestructura, con el fin de sumar al plan las modificaciones estratégicas necesarias para su implementación exitosa.
En el mercado de la salud, la reposición tecnológica aparte de necesaria tiene un elevado costo económico, que exige una capacidad organizativa y financiera fuerte para la recuperación de la inversión.
No de pasos en falso realizando compras subjetivas sin la respectiva verificación de sus instalaciones eléctricas hospitalarias, ya que estas podrían suponer una traba y un sobrecosto capaz de impedir la ejecución exitosa del proyecto, retrasándolo, y comprometiendo recursos económicos con el incumplimiento de sus expectativas de retorno de la inversión.
Si desea saber más, consulte nuestro servicio Preoperatorio de instalación de equipos médicos.
Agradecemos al Ing. Javier Camacho, en su publicación de la revista El Hospital, por ser el fundamento especializado en la adquisición de equipos médicos sobre el cual se redactó este artículo.