La realización de una intervención quirúrgica en una sala de cirugía implica el uso de gases inflamables como anestésico del paciente al cual se le va a realizar la intervención.
El uso de estos gases hace de estos espacios un lugar de clasificación especial en materia de protección contra incendios, ya que se suman a los factores de riesgo del paciente y el personal médico no sólo los accidentes eléctricos convencionales, sino la probabilidad de ocurrencia de un incendio.
También es importante recordar que un quirófano es un espacio necesariamente aséptico, por lo que todas las personas que ingresan al área tienen ropa y zapatos especiales para evitar el ingreso de bacterias y demás agentes de infección al área.
Estos factores nos llevan a citar el principio eléctrico más básico: la electricidad estática.
La “electricidad estática se refiere a la acumulación de un exceso de carga eléctrica en una zona con poca conductividad eléctrica, un aislante, de manera que la acumulación de carga persiste. Los efectos de la electricidad estática son familiares para la mayoría de las personas porque pueden ver, notar e incluso llegar a sentir las chispas de las descargas que se producen cuando el exceso de carga del objeto cargado se pone cerca de un buen conductor eléctrico (como un conductor conectado a una toma de tierra) u otro objeto con un exceso de carga pero con la polaridad opuesta.” (Tomado de Wikipedia https://es.wikipedia.org/wiki/Electricidad_est%C3%A1tica).
Es por esta razón que para evitar la acumulación de estas cargas y la “chispa” que esta genera que se usan los llamados “pisos antiestáticos” o pisos conductivos en las salas de cirugía: es indispensable la eliminación de la electricidad estática, y su consecuente chispa, en un espacio altamente cargado con gases inflamables.
Estos pisos antiestáticos permiten una conducción rápida y segura hacia tierra de cargas eléctricas estáticas ocasionadas por el rozamiento durante el tránsito de personas en áreas críticas.
Su exigencia y regulación esta de primera mano en manos del Reglamento Técnico de Instalaciones Eléctricas RETIE, que en su artículo 28.3.2 Instalaciones en instituciones de asistencia médica expone:
“Con el fin de prevenir que la electricidad estática produzca chispas que generen explosión, en las áreas médicas donde se utilicen anestésicos inflamables, en las cámaras hiperbáricas o donde aplique, debe instalarse un piso conductivo. Los equipos eléctricos no podrán fijarse a menos de 1,53 m sobre el piso terminado (a no ser que sean a prueba de explosión) y el personal médico debe usar calzado conductivo.
Igualmente se debe instalar piso conductivo en los lugares donde se almacenen anestésicos inflamables o desinfectantes inflamables. En estos lugares, todo equipo eléctrico a usarse a cualquier altura debe ser a prueba de explosión.
Para eliminar la electricidad estática en los centros de atención médica, debe cumplirse lo siguiente:
- Mantener un potencial eléctrico constante en el piso de los quirófanos y adyacentes por medio de pisos conductivos.
- El personal médico que usa el quirófano debe llevar calzado conductivo.
- El equipo a usarse en ambientes con anestésicos inflamables debe tener las carcasas y ruedas de material conductor.
- Los camisones de los pacientes deben ser de material antiestático”
De cara a esta exigencia, ¿cómo sabe si el piso conductivo de sus áreas quirúrgicas es eléctricamente seguro?
La manera de comprobar su piso conductivo es a través de un estudio técnico especializado, que en EnergyMed realizamos en el marco de nuestros servicios Diagnóstico, el cual llamamos “Certificación de piso conductivo” y que emplea un Megóhmetro con unos electrodos especiales para validar el verdadero valor conductivo del piso hacia el sistema de puesta a tierra.
Es importante que tenga en cuenta la naturaleza y estado del piso de sus áreas quirúrgicas, dentro del proceso de obtención del Certificado RETIE de las instalaciones eléctricas hospitalarias, no sólo por el requisito legal sino por el cumplimiento de las condiciones de seguridad de los pacientes y su personal médico-administrativo.