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Retos de la ingeniería clínica: expansiones por contingencia COVID-19

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El Dr. Hector Mario Mejía es consultor internacional en infraestructura hospitalaria, fundador y gerente de Hospital Design and Quality.

Con base en su experiencia lo invitamos a nuestra sección Retos de la Ingeniería Clínica, para conversar sobre los retos que propone la expansión de emergencia de los servicios médicos para el tratamiento efectivo de los pacientes infectados con COVID-19.

A continuación, presentamos sus impresiones al respecto:

  • Con base en su experiencia en el diseño hospitalario, ¿cuál considera el reto más grande de la construcción de servicios temporales por la contingencia?

R/. Definitivamente el reto más grande son los abastecimientos y la conectividad a servicios de apoyo; un espacio de atención hospitalaria no funciona por si solo, requiere de toda una infraestructura de servicios de apoyo para la asistencia (electricidad, agua, iluminación, alimentación de pacientes y personal, manejo de residuos, manejo de cadáveres, etc.) que deben estar planeados y probados. Ofrecer seguridad en la mayor medida de las posibilidades.

  • Entendiendo la premura de la construcción, y del inventario limitado de equipos en stock en el territorio nacional, ¿cuál considera que debe ser el proceso para lograr instalaciones asistenciales rápidas y seguras?

R/. Las probabilidades de que un centro asistencial pueda ampliar su capacidad instalada en tiempo récord son variables, pero depende del conocimiento de esta de su modelo de atención, logístico y operativo que puede llegar a escenarios adecuados de atención de pacientes en casos de contingencias. Considero que la opción de trasformar las unidades de cuidado intermedio, las habitaciones de hospitalización y algunos otros espacios como recuperación de cirugía ambulatoria por citar un ejemplo en unidades de cuidado intensivo es una estrategia valida; lo cual complementado con expansiones temporales para la atención de pacientes no críticos (hospitalización) dará muy buenos resultados (Carpas, contenedores, hoteles y otros espacios).

La premisa más importante es poder mantener la atención de pacientes críticos cerca de las zonas donde puedo brindar seguridad en términos de abastecimiento (redes, logística, traslado de equipos, etc.); así mismo como poder maximizar el uso del recurso humano en salud evitando desplazamientos y fraccionamiento de la atención derivadas de la distribución de las instalaciones.

  • En materia de seguridad del paciente y en su experiencia como médico, ¿cuáles son los elementos de infraestructura indispensables para la seguridad de los pacientes y sobre todo del equipo asistencial?

R/. Considero que se debe ser muy estricto con los flujos y barreras para la prevención y control de infecciones; aún en situaciones estándar de atención estas son un reto para las organizaciones de salud. Siempre hay que recordar que una sola línea de defensa es suficiente, par el caso de los aislamientos respiratorios de pacientes críticos las probabilidades de contaminación cruzada y de adquirir infecciones asociadas al cuidado de la salud adicionales (pseudomonas, estafilococos, hongos, etc.) es aún mayor en escenarios de atención temporales o de contingencia.

  • Las condiciones de contingencia nos pueden llevar a no poder cumplir todos los criterios normativos de la infraestructura hospitalaria, ¿en qué se puede ceder y en qué no?

R/. Hay que entender que se trata de ambientes temporales y derivados de una contingencia; lo cual podría flexibilizar los elementos macro del diseño hospitalario, pero no se pueden omitir las condiciones básicas sanitarias, los flujos que determinar las condiciones para la prevención y control de infecciones, y fundamental los elementos que aportan seguridad del paciente. En estas situaciones el profundo conocimiento de los procesos asistenciales sumado con el sentido común y la racionalidad de la utilización de los recursos, nos llevan a diferentes escenarios; todos validos siempre y cuando conserven los elementos transversales de la seguridad del paciente y las condiciones para proteger a el personal de salud que atenderá estos servicios.

Agradecemos al Dr. Hector Mario Mejía por su interés en formar parte de esta sección, donde juntos somos más fuertes en la atención efectiva y segura del paciente.

Categories Blog, Diseño de infraestructura hospitalaria

Diseño inteligente para la prevención de contagios: integración de las instalaciones eléctricas en el mobiliario asistencial

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Al momento de planificar un nuevo espacio o remodelación, los Centros de Salud deben contar con un equipo multidisciplinario que recomiende y provea un diseño estratégico que tenga en cuenta una asepsia breve y efectiva.

Diseños minimalistas de una habitación para el tratamiento y la estadía de pacientes son los más recomendados para reducir el riesgo de contagios, ya que el área de superficie donde posibles patógenos pueden encontrarse alojados sea menor y más rápido de desinfectar.

Con base en este requisito, el mercado ha puesto a la disposición soluciones con las características básicas de asepsia: durabilidad, fácil limpieza y desinfección e impedimento de reproducción de patógenos; que a su vez satisfacen las condiciones de seguridad de las instalaciones eléctricas hospitalarias.

En el caso de áreas generales de cuidado del paciente, como cubículos de urgencias y habitaciones de hospitalización, donde los requisitos eléctricos del servicio son moderados, la recomendación es la instalación de los paneles de cabecera.

En el caso de áreas críticas de cuidado del paciente, como cubículos de la unidad de cuidados intensivos y salas de cirugía, donde los requisitos eléctricos del servicio son exigentes, la recomendación es la instalación de paneles de suspensión cielíticos.

En ambos casos, aparte de los criterios de asepsia del mobiliario, en materia de instalaciones eléctricas la recomendación es validar lo siguiente:

  • La solución debe disponer del número mínimo de tomas requeridas del servicio.

  • Los tomacorrientes no deben ser del tipo tierra aislada.

  • Los tomacorrientes deben ser grado hospitalario, color blanco y/o rojo dependiendo de la fuente que los alimenta.

  • La solución debe garantizar la condición de sistema de puesta a tierra redundante requerida para tomacorrientes asistenciales.

Cuando se trata de seguridad del paciente, todos los actores debemos reconocer las condiciones de riesgo, e implementar de forma segura las soluciones que todas las disciplinas hemos diseñado para tal fin.

Categories Blog, Instalaciones eléctricas hospitalarias

¿Cómo convertir hospitalización en UCI?

hospitalizacion-uci

Las instalaciones eléctricas hospitalarias se diseñan con base en el nivel de complejidad de los procesos asistenciales asociados al paciente. Es por ello que ante la necesidad de ampliar la ,capacidad instalada de UCI en otro servicio, es fundamental analizar las condiciones eléctricas necesarias para hacerlo de forma segura.

En primer lugar, la contingencia asociada al tratamiento de pacientes críticos con COVID-19 requieren de al menos los siguientes equipos médicos:

Equipo médico

Consumo en
VoltioAmperios (VA)

Monitor de signos vitales multiparamétrico

240

Ventilador mecánico

324

Bomba de infusión

63,6

Cama eléctrica

300
Total

927,6*

Hospitalización es un servicio cuidado general del paciente, por lo que la capacidad eléctrica instalada es menor a la de la unidad de cuidados intensivos: Utilice como UCI un máximo de tres (3) habitaciones conectadas a un mismo circuito

El diseño del servicio de hospitalización, con base en la norma nacional e internacional, lleva a que sus habitaciones de hospitalización tengan uno de dos escenarios:

diseño-eléctrico-hospitalizacion

Sea cual fuere su caso, en la ampliación del servicio tenga en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • Las tomas críticas o “reguladas” de hospitalización usualmente no disponen de UPS que las respalde: todos los equipos pueden apagarse en caso de un corte de energía. Advierta esto a su equipo asistencial para que este atento a posibles desprogramaciones.
  • Conecte los equipos con baterías, como la bomba de infusión, a las tomas normales (color blanco).
  • Evite al máximo el uso de multitomas: puede sobrecargar el sistema y apagar todo el servicio

Si desconoce cómo es la distribución de circuitos de su servicio: ¡Mídalos!

Se recomienda operar el sistema a demanda máxima del 80% sobre la capacidad del interruptor para evitar disparos por sobrecargas puntuales:

Condiciones de instalación de circuitos:

Corriente máxima circulando por circuito
Interruptor de 20 A – Conductor calibre 12

16 A

Interruptor de 30 A – Conductor calibre 10

24 A

Mida la temperatura general del tablero: Temperatura máxima de operación segura: 75°C

Adicional a estas condiciones generales de operación, algunos pacientes con enfermedades de base o complicaciones de su cuadro clínico pueden requerir de equipos adicionales a los mencionados.

Nuestra recomendación es, en la medida de lo posible, ubicar a los pacientes en este estado en la infraestructura física de UCI, ya que dispondrá de la capacidad instalada con las condiciones eléctricas de seguridad suficiente no sólo para su atención, si no para la infraestructura general del servicio.

Si alguna información no coincide con su caso, y desea más información comuníquese con nosotros sin costo a nuestra línea de emergencia: +57 (1) 4321930

Categories Blog, Fallas en instalaciones eléctricas hospitalarias

Cumplir el RETIE: primer paso para evitar el riesgo de incendio de hospitales por razones eléctricas

Documentos necesarios para certificar RETIE las instalaciones eléctricas hospitalarias

El objeto fundamental del Reglamento Técnico de Instalaciones Eléctricas RETIE, es establecer las características básicas de las instalaciones eléctricas con el fin de garantizar “la protección de las personas, de la vida tanto animal como vegetal y la preservación del medio ambiente; previniendo, minimizando o eliminando los riesgos de origen eléctrico”1.

Para cumplir este objetivo, las medidas establecidas en el reglamento están orientadas principalmente al manejo de riesgos de dos naturalezas:

  • Riesgo a personas: fijando condiciones para evitar accidentes por contacto directo o indirecto con partes energizadas, causándoles principalmente electrocución y quemaduras.
  • Riesgo a infraestructura: estableciendo condiciones para la prevención de incendios y/o explosiones causados por la electricidad.

En el ámbito hospitalario, la complejidad de las instalaciones eléctricas supera la de otros usos, ya que en el confluyen el desarrollo de procesos ininterrumpibles con el uso de tecnología de punta para el tratamiento efectivo del paciente.

A pesar del esfuerzo de diseñar y construir cada vez mejores centros de salud, los accidentes ocurren: según cifras presentadas en el informe “Structure Fires in Health Care Facilities”2 de la National Fire Protection Association NFPA en Octubre de 2017, en los Estados Unidos de América entre los años 2011-2015 se presentó un promedio anual de 5750 incendios en Centros de Salud, siendo fallas en las instalaciones eléctricas la segunda razón de ocurrencia de tales incendios.

Bajo estas cifras, el cumplimiento de los requisitos mínimos establecidos en el reglamento cobra un sentido real para el manejo de eventos adversos.

Cuando de instituciones de asistencia médica se trata, el reglamento clasifica los Centros de Salud como “Instalaciones Especiales” estableciendo la obligatoriedad del cumplimiento específico de la Norma Técnica Colombiana NTC2050, y de una serie de medidas explícitas de seguridad que se listan bajo el artículo 28.3.2 del reglamento.

Acerca de este último punto, algunas de las medidas fundamentales para prevenir, minimizar y eliminar el riesgo de incendio de Centros de Salud son:

  1. Diseñar, instalar y mantener adecuadamente los sistemas de protección eléctrica ante sobrecorrientes, mejor conocida como breakers:

Un escenario cotidiano en una institución de salud es el aumento de la demanda eléctrica por el crecimiento de los servicios médicos y/o cambio de la tecnología médica del servicio.

Particularmente en estos casos es fundamental no dar por sentada que la instalación eléctrica es apta para el nuevo consumo, y hacer las validaciones necesarias para acondicionar correctamente la conexión de nuevos equipos.

Representa un factor de riesgo real el conectar nuevos equipos sin la validación de la capacidad del sistema, por lo que al hacerlo sin el análisis apropiado podría sobrecargar la instalación y ocasionar el disparo de las protecciones, que de ser ignorado el escenario propicio para un incendio por razones eléctricas.

  1. Reconocer que el manejo de gases inflamables en un centro de salud incrementa la exposición al riesgo de incendio y explosión

El uso de anestésicos inflamables en servicios donde se requiera la sedación del paciente por vía aérea, tales como salas de cirugía y procedimientos de cardiología intervencionista, es considerado como un Lugar Peligroso (Clasificado) Clase I, División I de “riesgo de explosión debido a la presencia de gases o vapores inflamables, líquidos inflamables, polvos combustibles o fibras o partículas combustibles.”3

Bajo estas condiciones, el diseño, construcción y mantenimiento de las instalaciones de estos servicios tienen unos requisitos únicos para el manejo del riesgo. Entre los más relevantes se encuentran:

  • Instalación de piso conductivo debidamente conectado al sistema de puesta a tierra del sistema eléctrico del Centro de Salud.
  • Los equipos eléctricos, tomacorrientes e interruptores, deben fijarse a una altura igual o superior a 1,53 m sobre el piso terminado.
  • Se prohíbe el uso de extensiones eléctricas y/o multitomas en salas de cirugía o en áreas de cuidados críticos.

Estas y otras medidas, que se sustentan en los procesos asistenciales y en el principio físico de la electricidad en sí misma, son la base fundamental de una operación segura del Centro de Salud.

Colombia cuenta con la fortuna de un marco legal y normativo que muestra la voluntad técnica y gubernamental de garantizar condiciones seguras del uso de la energía eléctrica. El cumplimiento del reglamento en cualquier ámbito, en especial el hospitalario, es la base bajo la cual reposa la confiabilidad en el uso de la energía eléctrica y la atención efectiva y segura del paciente.

Categories Blog, Operaciones de los centros de salud

Energía segura de Centros de Salud: pieza clave en la atención segura y efectiva del paciente

Hoy día es imposible siquiera imaginarnos una vida sin tecnología. Los equipos electrónicos nos rodean, haciendo nuestras vidas más sencillas y cómodas, al tiempo que nos hacemos dependientes de una fuente de energía que los mantenga en funcionamiento.

Cuando del cuidado de la salud se trata, estos equipos electrónicos traen beneficios que trascienden a la comodidad: son simplemente vitales. Su función en el diagnóstico y tratamiento efectivo de enfermedades son los superpoderes capaces de ampliar la capacidad de la ciencia y del personal médico en la recuperación del paciente.

Sin embargo, este enorme beneficio trae consigo los riesgos asociados al uso de la energía eléctrica. Vistos desde un panorama amplio, los riesgos principales a los que se expone el sistema asistencial en esta materia son:

1. Fallas asistenciales producidas por la indisponibilidad de equipos médicos, ocasionada por interrupción en el suministro de energía: La ausencia de energía total o parcial en un Centro de Salud ata de manos al personal médico, disminuyendo la efectividad en el diagnóstico y tratamiento del paciente. Esta reducción de la efectividad será tan aguda como la naturaleza de la falla. Algunas fallas y sus consecuencias en el tratamiento del paciente son:

Falla total del suministro de energía, ocasionada por falla en el sistema bajo la administración del operador de red: Este tipo de falla deja a la institución a la merced de su Sistema de Energía de Emergencia (planta eléctrica, transferencia automática y Sistema de Potencia Ininterrumpida UPS). En este caso es fundamental que el diseño y la operación del sistema este apegado a las normas nacionales e internacionales, siendo un sistema eficiente que entre en plena operación en un tiempo no superior a 10 segundos y que alimente los ramales críticos, vida y equipos de forma efectiva.

En caso de que esto no suceda, todos los equipos eléctricos del Centro de Salud quedan inoperativos, obligando al personal médico a condiciones manuales de asistencia del paciente, dependiendo de la autonomía de las baterías de los equipos médicos vitales, tales como máquinas de anestesia y lámparas cielíticas y trasladar a los pacientes críticos a otros centros asistenciales en casos más extremos.

• Falla parcial en el suministro de energía en un servicio médico, ocasionada por una falla en el sistema de distribución de energía: Este tipo de falla ocurre cuando un cortocircuito saca de servicio la instalación eléctrica. Puede ser temporal cuando la falla induce la actuación de las protecciones eléctricas, las cuales no pueden ser reposicionadas hasta tanto no se solvente la condición de falla; o puede ser permanente en el caso de que la falla no sea despejada a tiempo y ocurra un daño irreversible al sistema eléctrico.

Este tipo de falla impactará las operaciones dependiendo del servicio afectado, pudiendo tener consecuencias en las operaciones que van desde la movilidad de los pacientes de un servicio a otro para su atención, así como el traslado de pacientes y operaciones a otros centros asistenciales en caso de fallas permanentes.

2. Diagnóstico y tratamiento errado del paciente por error de equipos médicos.

El correcto funcionamiento de los equipos médicos depende de la calidad de la energía con la cual se alimenten.

En el caso de equipos médicos de diagnóstico, donde el conteo de partículas por fotometría o el funcionamiento en todo su espectro de un equipo de rayos X depende de la calidad del voltaje de alimentación, siendo que una calidad de energía baja conlleva a que el resultado de los estudios sea imprecisa y en algunos casos errónea. Esto pone en riesgo la efectividad de los procedimientos médicos en el paciente, con base en diagnósticos clínicos erróneos.

3. Afectación de la salud del paciente por malfuncionamiento del sistema eléctrico.

El uso de equipos eléctricos en contacto directo con el cuerpo humano genera el escenario ideal para la conducción de corriente a través de él. Este escenario es capaz de producir lesiones en el paciente, que van desde quemaduras de tejidos, hasta estados de macro y microshock, los cuales pueden complicar notablemente su cuadro clínico.

El estudio del diseño y construcción de las instalaciones eléctricas hospitalarias ha previsto este escenario, diseñando y construyendo equipos especiales que disminuyen radicalmente la posibilidad de ocurrencia de este tipo de eventos adversos.

Por esta razón es fundamental que el diseño y la construcción de las instalaciones eléctricas hospitalarias se deje en manos de personal técnico capacitado, así como el trabajo coordinado de este equipo técnico con los ingenieros biomédicos, quienes son los que de forma especializada atienden y vigilan las condiciones de operación segura de los equipos médicos.

La prestación de servicios médicos de forma efectiva y segura depende en gran medida del correcto funcionamiento de sus instalaciones eléctricas hospitalarias. Mantenerlas en buen estado, a través de su correcto diseño, instalación y mantenimiento le permitirá contar con los equipos médicos como su mejor amigo y no como su peor enemigo, al permitir el diagnóstico y tratamiento seguro del paciente.

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