En la primera entrega de este artículo planteamos los tipos de accidentes eléctricos que pueden afectar la seguridad del paciente. Puedes ver ese artículo haciendo click aquí.
En la segunda parte, planteamos el escenario en el que el diseño de equipos médicos se fusiona con la ingeniería eléctrica en el complemento de las instalaciones para garantizar la seguridad eléctrica del paciente. Puedes ver ese artículo haciendo click aquí.
En esta tercera y última parte plantearemos cuáles son los procedimientos básicos para evaluar la seguridad eléctrica de equipos médicos, estos procedimientos están asociados principalmente con la presencia de corrientes de fuga en los equipos, las cuales son difíciles de detectar sin la ejecución periódica de protocolos de revisión de los equipos y de áreas críticas hospitalarias.
Para comenzar definimos con mayor detalle el fenómeno físico de la corriente de fuga, según normas internacionales de seguridad como: “Es un flujo indeseado de electricidad a través, de los aislantes que son usados para separar los conectores eléctricos”.
Este fenómeno de corriente de fuga tiene las siguientes características:
- Ocurre en todos los equipos eléctricos operados con corriente alterna.
- Ocurre en mayor o menor grado según la calidad del aislante.
- No sucede en los equipos operados a batería.
- Se producen por capacitancias indeseables entre el cable de alimentación y el cable de neutro o el cable de tierra o la cubierta o el chasis del equipo, y se da este fenómeno ya que la resistencia de los aislantes nunca es infinita.
- Las dos fuentes de corriente de fuga más comunes son la cubierta del equipo y los cables conectados al paciente.
De acuerdo con esto, a continuación presentamos los protocolos y parámetros de seguridad de la medición de las corrientes de fuga, las cuales se realizan bajo los protocolos descritos en la norma NFPA99 Standard for Health Care Facilities 2005 Edition, y se clasifican principalmente en cuatro categorías:
- Entre la cubierta del equipo y el cable de tierra:
La NFPA99 establece como valor seguro de operación un valor de resistencia menor a 0,5 ohm.
- Entre la cubierta del equipo y la línea de 120 voltios:
La NFPA99 establece como valor seguro de operación un valor de corriente de fuga menor a 20 microampers sólo en el caso de terminales de contacto con el paciente aislados.
- Entre la los cables que van al paciente y tierra:
La NFPA99 establece como valor seguro de operación:
- Menor de 100 microamperes con la tierra abierta y cerrada y los terminales de contacto con el paciente no aislados.
- Menor de 50 microamperes con la tierra abierta y los terminales de contacto con el paciente aislados.
- Menor de 10 microamperes con la tierra cerrada y los terminales de contacto con el paciente aislados.
- Entre todos los cables que van al paciente:
La NFPA99 establece como valores seguros de operación:
- Menor a 50 microamperes con la tierra abierta o cerrada y los terminales de contacto con el paciente no aislados.
- Menor a 10 microamperes en con la tierra cerrada y los terminales de contacto con el paciente aislados.
- Menor a 50 microamperes con la tierra abierta y los terminales de contacto con el paciente aislados.
Estos protocolos básicos, junto con los protocolos descritos a profundidad en la normativa IEC 60601-1-11:2010 Medical electrical equipment. Part 1-11: General requirements for basic safety and essential performance y realizados a través de un megohmetro son los capaces de determinar el grado de seguridad del paciente en el uso de equipos médicos.